José Rivera Damirón, también conocido como “Checheo”, es un reconocido publicista dominicano que ha dedicado su carrera de 50 años a la promoción de la identidad nacional y el patriotismo en la publicidad. Como fundador y director de su propia empresa, “Staff Publicidad”, durante los últimos 30 años ha creado campañas y anuncios que resaltan la cultura y la historia dominicana.

Checheo nació en una familia en la que la música era un elemento fundamental desde la época de su bisabuelo. Su padre fue el maestro Luis Rivera y su madre, la cantante, bailarina y folclorista Casandra Damirón, también conocida como “La Soberana de la Canción“. Es gracias a ella que se crearon los famosos Premios Casandra, ahora conocidos como Premios Soberano.

Desde muy joven, Checheo estudió música y aprendió a tocar la guitarra y el piano de la mano de su padre. A pesar de las altas exigencias de sus profesores debido a que su padre era un gran músico, Checheo desarrolló un oído fino que le permitió, años más tarde, aplicar su talento en la publicidad.

A pesar de su amor por la música, Checheo decidió estudiar administración de empresas debido a la influencia de sus padres, quienes le exigieron que obtuviera una carrera universitaria.

Checheo recuerda su niñez durante la tiranía de Trujillo y la influencia que tuvo su madre, quien trabajaba en La Voz Dominicana y recibía visitas de opositores al régimen como Surún Larancuent. Su padre, por su parte, era director de la orquesta de la policía y obtuvo el cargo de capitán. Desde pequeño, era común para él ver al hijo del “Jefe”, Radhamés Trujillo, visitando su hogar para llevarse a su hermano mayor a jugar al sóftbol. En aquellos tiempos, no sabía nada acerca de lo que sucedía en el país con respecto a la tiranía. Los periódicos, la radio y la televisión no hablaban del tema, y la información era muy limitada. Fue hasta la muerte de Trujillo que conoció los horrores que se vivieron durante dicho régimen.

Con solo 16 años, Checheo pidió permiso para trabajar y entró a ser productor de varios programas en Rahintel, convirtiéndose en uno de los productores de televisión más jóvenes de la época. A lo largo de su carrera, Checheo ha demostrado su compromiso con la identidad nacional y el amor por su país en cada una de sus campañas y anuncios publicitarios.

¿Cómo llega a la publicidad?

Checheo Rivera comenzó su carrera como publicista en la agencia publicitaria Young & Rubicam Damaris gracias a las buenas relaciones de su padre. Fue su amiga cercana, Damaris Defilló, quien le dio la oportunidad de trabajar en la empresa. Checheo aprendió rápidamente y ocupó varios puestos importantes en la compañía.

Checheo destaca la importancia que tuvo Damaris en su carrera: “Para mí, Damaris fue como una madre. Aprendí mucho de ella y le estaré eternamente agradecido”. Su reputación como buen publicista le valió el puesto de encargado de publicidad y estratega en Barceló y Compañía, donde lanzó la campaña “Somos un pueblo que canta“, que tuvo un gran impacto en el país. Una famosa campaña para la marca que recreó la idiosincrasia de los pueblos del país en 14 comerciales, convirtiéndose en la campaña publicitaria de mayor impacto a nivel nacional en los últimos tiempos.

A finales de los años 80, un grupo de los profesionales más destacados del país se unió para investigar un proyecto de gran envergadura. La investigación estuvo liderada por los renombrados folkloristas Fradique Lizardo y Dagoberto Tejeda, mientras que la publicitaria Nandy Rivas y su equipo se encargaron de la creatividad y la ejecución de los anuncios. La música estuvo a cargo de figuras de la talla de Manuel Tejada, Juan Luis Guerra y Jorge Taveras, mientras que la fotografía contó con la participación de Claudio Chea, El Ché Castellanos y Pegi Guzmán.

La campaña publicitaria resultante fue una innovación total que contribuyó al aumento del patriotismo y la identidad regional de cada provincia. En aquel entonces, el ron estaba fuertemente asociado con el sexo y las clases sociales más bajas. Sin embargo, gracias a esta campaña, logró ganar un lugar de respeto y pasar del tercer lugar al primer lugar en términos de popularidad. La campaña inició el proceso de valoración del producto, de la identidad del mercado y del consumidor. Esto fue explicado por Checheo, quien señaló que la campaña también logró poner en el centro de atención la cotidianidad de los pueblos que muchos desconocían. La música era tan poderosa que en algunos comerciales apenas se veía el producto, y la gente ya conocía la marca gracias a ella. En definitiva, la campaña dejó una huella indeleble en la historia publicitaria del país.

Checheo se mantuvo en este trabajo durante 14 años, manejando un presupuesto millonario de publicidad. Sin embargo, decidió dejar su puesto después de que Miguel Barceló dejara la presidencia y se enfrentara a diferencias con la nueva gerencia. Dos meses después de su partida, Miguel Barceló falleció.

Fue entonces cuando Checheo decidió fundar su propia compañía, Staff Publicidad. Al principio, no tenía clientes, pero después de 30 años, ha manejado más de 30 cuentas importantes en el país. Checheo ha sido testigo de la evolución de la publicidad dominicana y ha observado que la publicidad se está homogeneizando al utilizar los mismos elementos. Sin embargo, reconoce que la incorporación de una nueva generación de publicistas está introduciendo nuevos valores, colores y perspectivas a la industria publicitaria.

A pesar de tener 74 años, Checheo sigue siendo activo en la industria publicitaria y está al tanto de las nuevas tendencias musicales y tecnológicas. Él cree que la clave del éxito y la permanencia en la industria publicitaria es la preparación constante. Checheo es un referente en la publicidad dominicana y su legado sigue siendo relevante en la industria publicitaria del país.

Algunas informaciones de esta biografía han sido obtenidas del escrito de la periodista Ynmaculada Cruz Hierro, periódico Listín Diario