José León Asensio


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José León Asensio, un destacado empresario y mecenas dominicano, nació el 21 de febrero de 1934 en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Fue el menor de siete hijos nacidos del matrimonio entre Eduardo León Jimenes y María Asensio Córdoba. Su legado en el empresariado y el deporte dominicano ha dejado una huella imborrable.

Cursó su educación primaria en la Escuela Salvador Cucurullo en Santiago de los Caballeros. Luego, educado en Estados Unidos, José León Asensio se convirtió en el primer dominicano graduado en una institución norteamericana especializada en Mercadeo, completando su formación en el Bachillerato en la Taft School en Watertown, Connecticut, y sus estudios universitarios en el Babson Institute en Wellesley, Massachusetts, donde obtuvo su licenciatura en Administración de Empresas con especialización en Mercadeo. Esta sólida formación académica sentó las bases para una carrera profesional de gran trascendencia, convirtiéndolo en un líder empresarial y pionero en el ámbito del mercadeo en la República Dominicana.

Durante sus primeros años profesionales, Asensio combinó su trabajo en el Grupo León Jimenes con una labor docente como profesor de mercadeo en la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago.

Junto a sus hermanos, transformó el modesto negocio familiar de una fábrica de cigarros en uno de los grupos industriales y comerciales más grandes y admirados del país. Su liderazgo se evidenció especialmente durante su presidencia en la Cervecería Nacional Dominicana y posteriormente en el Grupo León Jimenes, donde su visión estratégica y capacidad ejecutiva contribuyeron al crecimiento y expansión de estas empresas.

José León Asensio: Forjador de un Legado Empresarial y Deportivo

Asensio no solo se destacó en el ámbito empresarial, sino que también demostró un profundo compromiso con el desarrollo social y deportivo de su país. Fue un ferviente mecenas del deporte dominicano, brindando apoyo a equipos y clubes emblemáticos en disciplinas como el béisbol, el baloncesto y las carreras de automovilismo, kartismo y motovelocidad.

Su dedicación al deporte trascendió lo puramente deportivo, ya que desde su posición en el Grupo León Jimenes contribuyó de manera solidaria en la organización de eventos deportivos de gran envergadura, como los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1974. Su compromiso con el deporte se reflejaba en su trato cercano y su constante apoyo a los atletas y equipos, consolidando así su reputación como un líder empresarial comprometido con el bienestar de su comunidad.

A lo largo de su vida, José A. León fue merecedor de numerosos reconocimientos por su contribución al desarrollo empresarial y deportivo del país. Entre estos, destacan el Anillo de Plata de Philip Morris, la Orden Heráldica de Cristóbal Colón, el Premio Julián Barceló de la Asociación de Cronistas Deportivos, el Premio a la Excelencia en Marketing otorgado por el COLAM, y la Orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, Grado de Gran Oficial, otorgado, entre otros.

Su dedicación y liderazgo lo llevaron a ocupar importantes cargos dentro del Grupo León Jimenes, llegando a desempeñarse como presidente de Cervecería Nacional Dominicana, Cervecería Bohemia y del propio Grupo León Jimenes. Su legado trasciende fronteras, siendo reconocido incluso por el Papa Juan Pablo II, quien le otorgó la Orden de San Silvestre.

Además de su destacada labor empresarial, Asensio siempre tuvo un fuerte compromiso con la educación y la juventud, siendo galardonado con el premio nacional Pro-Juventud y con la Medalla de Oro al Mérito Empresarial “José María Bonetti Burgos” por su contribución al periodismo y la escritura. También recibió un Doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica Santo Domingo, y fue homenajeado con el reconocimiento “Un autor y su obra” por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Reconocimientos:

  • 1978: Anillo de Plata de Philip Morris.
  • 1983: Orden Heráldica de Cristóbal Colón.
  • 1986: Premio Julián Barceló de la Asociación de Cronistas Deportivos.
  • 1989: Premio a la Excelencia en Marketing, otorgado por COLAM.
  • 1996: Empresario del Año.
  • 1999: Premio Empresario de las Américas de la FENACODEP.
  • 2002: Orden de San Silvestre, Gran Insignia de Plata, otorgada por el Papa Juan Pablo II.
  • 2003: Doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica Santo Domingo.
  • 2005: Medalla de Oro al Mérito Empresarial “José María Bonetti Burgos” por la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE).
  • 2012: Reconocimiento “Un autor y su obra” por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y Galardón al Mérito Industrial por la Asociación de Industria de R.D.
  • 2013: Comendador de la Orden Nacional del Mérito, otorgado por el presidente de la República de Francia a través de la Embajada de Francia en la República Dominicana.
  • 2014: Premio nacional Pro-Juventud y reconocimiento “Un autor y su obra” por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
  • 2020: Exaltación a la inmortalidad como Propulsor por el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

Su legado trasciende más allá de los logros empresariales y deportivos, ya que José León Asensio fue un hombre de sólidos principios éticos, reconocido por su integridad, justicia y visión de futuro. Su compromiso con el desarrollo nacional se reflejaba en su enfoque hacia la responsabilidad social corporativa, estableciendo un modelo ejemplar que promovía el bienestar de la sociedad dominicana.

El martes 5 de marzo de 2024, José León Asensio falleció a la edad de 90 años, dejando un legado imborrable en el empresariado y el deporte dominicano. Su memoria perdurará como un ejemplo de liderazgo, dedicación y servicio a su país, inspirando a las generaciones futuras a seguir sus pasos en la búsqueda de un desarrollo integral y sostenible para la nación dominicana. El presidente Luis Abinader declaró duelo nacional y expresó su pesar debido al fallecimiento del connotado empresario dominicano, José Augusto León Asensio. Mediante el decreto 138-24, el mandatario instruyó la rendición de honores militares y que la Bandera Nacional deberá ondear a media asta en los recintos militares y edificios públicos en todo el país.


Compartimos el escrito de Herminio Alberti León sobre su tío:

Cuando uno visitaba las oficinas de E. León Jiménes en El Centro de los Héroes, la primera impresión era la ausencia de candados en las puertas. Las puertas abiertas invitaban a la comunicación fluida entre los ejecutivos. Desde finales de la década de los 60, mi tío José ya estaba marcando pautas, influenciado por sus años académicos en los Estados Unidos, y comenzó a implementar esas ideas en La Aurora, en la Calle Restauración, en Santiago -comentó Píndaro a un Herminio aún sorprendido y pensativo-. ¡Qué maravilla! -exclamó Herminio-, raíces mercadológicas se estaban sembrando, trazando un nuevo camino de ideas vanguardistas y, a veces, audaces para esa época. Cuando trasladaron las oficinas a la primera cuadra de la 27 de Febrero, entre la Leopoldo Navarro y la Máximo Gómez, pensé que este esquema cambiaría. “No, para nada”, aseguró Píndaro. “Ahí se consolidó una nueva filosofía que nunca dejó de resonar”.

El secreto estaba en la personalidad única de un León de corazón afable. En los años 70, mi tío José enfrentó la imagen de una competencia nacional en la industria cigarrillera, uniendo a los artistas más destacados en un tren musical que culminó con un magno concierto de Fausto Rey, apoyado por Premier, un producto con un auténtico sabor local. Mi tío José se enfocó en un mercado en crecimiento, respaldado por el talento dominicano, especialmente la creatividad de Radhamés Reyes Alfáu, quien se sumergió en largas sesiones de grabación de jingles en el Estudio Fabiola. “¡Claro!” exclamó Herminio, “muchos deben saber que este gran profesional, mientras incentivaba el crecimiento de la empresa, pasaba sus domingos por la mañana jugando baloncesto en el Club Mauricio Báez, donde se encontraba con respetados periodistas como Bonaparte Gautreau, quien recuerda con cariño cómo mi tío José se sentaba en el borde de la acera, vistiendo sus pantalones cortos y camiseta blanca, saludando y conversando con los transeúntes del barrio”.

“Era verdaderamente incomparable”, declaró Píndaro. “En esa misma década, se unió a un grupo de emprendedores apasionados por el Club Mauricio Báez, incluyéndote a ti, Herminio, junto con Nandy Rivas, George Arzeno Brugal, Colombina Castellanos, Leo Corporán, José Ravelo, y quizás algunos otros que ahora mismo no recuerdo, quienes celebraban sus reuniones bajo una mata de limoncillo, donde ahora se encuentra la cancha bajo techo. El objetivo era construir, a través del COMITECHO, lo que hoy son las instalaciones de baloncesto del Mauricio. Nunca olvidaré el esfuerzo de Emilito Valdéz -Caballito-, montando en su bicicleta y buscando las firmas de mi tío José en León Jimenes, y de doña Colombina en el Citibank, para los cheques del COMITECHO”.

“Nuestro país ha estado inmerso en una lucha por crecer y estar a la par con otras naciones de nuestro entorno”, reflexionó Píndaro. “Se ha intentado motivar la formulación de un mensaje corto que nos represente ante el mundo. Sin embargo, siempre viene a mi mente que, desde hace varias décadas, el fino olfato de mi tío José dio vida a la frase más impactante y comprometida con nuestro país: ‘¡Una mejor nación es una empresa de todos!’ Esta frase nos obliga a mirar hacia adentro, respetar la verdad como el corazón de la integridad y valorar el respeto y la humildad como las cualidades humanas más valiosas en cada uno de nosotros. Me atrevo a plantear que, en lugar de perder tanto tiempo ignorando lo valioso del pasado y buscando sorpresas futuras, acojamos y valoremos en su totalidad el legado de mi tío José:

¡Una mejor nación es una empresa de todos!: José León Asensio

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